La disciplina constante y justa es la clave para tratar exitosamente con un niño fuera de control. Los niños anhelan los límites, por lo que los padres y cuidadores deben establecer límites claros y ofrecer consecuencias apropiadas para su edad cada vez que se cruzan estos límites.
La mayoría de los niños pequeños comienzan a evaluar los límites alrededor de los 18 meses de edad, informa la Academia Estadounidense de Pediatría. Dado que la estructura es muy importante para los niños pequeños, las expectativas y consecuencias deben ser entregadas de manera consistente y predecible.
Los padres también pueden alentar el buen comportamiento modelando un comportamiento calmado y amable para sus hijos. Elogie al niño por tomar buenas decisiones y no ceda a las rabietas ni a las crisis.
marzo 24, 2018
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